Descubre al primer gran creador de la Literatura Infantil

Andersen, un personaje de cuento

¿Quieres saber quién fue el primer gran creador de la Literatura Infantil? El 2 de abril de 1805 nació en Odense (Dinamarca) el primer gran autor de la Literatura Infantil: Hans Christian Andersen. Un creador tan completo y certero como conocido, ¿o no es así? Seguro que muchos de vosotros creéis que sus historias son en realidad cuentos tradicionales. Pues no, en realidad, son cuentos ideados por un gran viajero, un excelente narrador y una de esas personas con las que debía dar gusto toparse para compartir algún momento.


Ya desde niño tenía que ser alguien diferente, porque mirad lo que dicen en su casa museo: Desde la época en que Hans Christian Andersen era un niño, mucho antes de que publicara sus primeros cuentos de hadas y se hiciera famoso, la gente guardaba algunas de las cosas que hacía, como recuerdo. Hoy en día, la colección única del museo contiene más de 32.000 artículos, muchos de los cuales se pueden ver de cerca en el Museo HC Andersen. Juntos, representan toda una vida y el trabajo de toda una vida.
Andersen era un bohemio de los buenos. Quiso ser cantante, actor, bailarín, poeta… pero nada le resultó demasiado sencillo y todo le terminó sirviendo para algo (como les pasa casi siempre a los creadores). Nació en una familia muy humilde y casi todo lo que aprendió fue de manera autodidacta y con su propio esfuerzo. Su padre era zapatero. Murió cuando Hans tenía solo 11 años, algo que le marcó para siempre.

Tenía que ser muy buena persona y muy buen conversador, trabajar en la Dinamarca de entonces no tenía que ser muy fácil cuando uno tiene 14 años y poco que ofrecer más que una voluntad enorme. Consiguió una beca para estudiar y conseguir el título de bachiller, también había conseguido publicar un poema, El niño moribundo, donde ya había algunos de los temas que trataría después en sus obras.

Nómada e inventor

El danés más famoso del mundo tuvo muchos trabajos. Cortador de papel, ilustrador, cantante, arreglista floral… hay quien dice que era un excelente narrador oral. Tenía múltiples talentos y un ojo especial para el potencial que ofrecen los materiales. Casi todo lo que tocó se convirtió en arte. Era un poco impaciente y siempre quería estar en otro sitio, el viaje, el camino, era su casa. ¡Ah! Y fue todo un innovador en inventor. Inventó palabras, fotografías, sujetapapeles… inventó proverbios y expresiones que hoy damos por sentado.


Escribió algo de teatro, pero no tuvo mucho éxito con él, y como era un curioso redomado decidió viajar por Europa. Francia e Italia fueron los primeros países que visitó. Más tarde estuvo en Alemania, Grecia, Turquía, Suecia, Reino Unido… y en España, de hecho publicó algunos libros de viaje, ¿No os apetecería leer España, que publicó en 1863?

Se le conoce mucho por sus cuentos. ¿Quién no recuerda El patito feo, El soldadito de plomo, La pequeña cerillera o La reina de las nieves, por ejemplo? Y es que escribió y publicó más de 160 cuentos, pero también escribió novelas, poemas, más obras dramáticas y hasta varias autobiografías.

Fue amigo de Charles Dickens, ¿os imagináis una charla entre los dos? 

No decimos eso de que sea al primer gran creador de la literatura infantil a la ligera. Los cuentos de Andersen eran suyos en su mayoría, eso hemos dicho antes, pero muchos estaban inspirados en tradiciones populares o mitología alemana o griega. Otros estaban directamente inspirados en su propia vida y en sus propios viajes.


Se compara a Hans con Charles Perrault o con los hermanos Grimm, pero es importante diferenciarlos. Los alemanes copiaban narraciones orales para que no se perdiesen y el francés le daba una vuelta personal a los cuentos tradicionales, pero Andersen tenía tanta imaginación que prefería idear sus propios cuentos y regalarnos historias tan mágicas como El sastrecillo valiente, La Sirenita o Pulgarcita.


Un pionero que podéis descubrir si viajáis a su ciudad de origen

Un tío estupendo este Andersen, ¿no creéis? Quizás hoy sea un día genial para leer alguno de sus cuentos más famosos o para empezar con la misión de estar los próximos 168 días leyendo una de sus historias para dormir.


Por cierto, si alguna vez vais a Odense podéis ver la casa en la que nació el que para nosotros sigue siendo el primer gran creador de la literatura infantil. Allí está el museo en el que se guardan muchos de sus secretos, toda una experiencia para cualquier amante de la Literatura Infantil.


¿Os gustan las películas de La Sirenita, Toy Story o Frozen, por ejemplo? Pues si no fuera por los cuentos y la imaginación de Andersen no existiría ninguna de estas películas (aunque Disney les haya dado una visión muy diferente y personal).

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